lunes, 12 de noviembre de 2012

Ecos de la XI Asamblea Nacional Acit Joven: misión que suena a reto

Por Berta Molina Farrugia, militante de AJ. Los mejores momentos de la vida suceden cuando no esperas nada. Los mejores regalos, los inesperados. Esto fue lo que me ocurrió a mí en la XI Asamblea Nacional de Acit Joven. No tenía mucha idea de lo que me iba a encontrar en esos días en Los Negrales, lo único que tenía muy claro era que quería descubrirlo, y mis inexistentes expectativas se vieron cubiertas con creces.

Fue muy emocionante ver cómo un grupo de treinta y tantos jóvenes de distintas procedencias, edades y opiniones decidíamos parar nuestras vidas unos días por un motivo común, y experimentar cómo en lugar de ‘parar’, lo que verdaderamente estábamos haciendo era arrancar, comenzar de nuevo. Un alto en el camino para coger fuerzas que no sabías ni que tenías. Un grupo de personas a las que, salvo excepciones, conocía de muy poco, y que me llevan haciendo sentir como en casa desde hace bastante tiempo. La XIANAJ supuso para mí la confirmación de este hecho, no puedo dejar de sentirme parte importante de Acit Joven, porque Acit Joven ya es parte importante de mí.

Las cartas de Pedro Poveda nos personificaron a un hombre claro y directo, cualidades que no cualquiera es capaz de convertir en grandes virtudes. Un hombre que vino a hablarnos personalmente y a la cara, a recriminarnos lo que vio oportuno, a alentarnos en nuestro camino y a darnos razón de esperanza.

El extracto del documento que trabajó el Sínodo de los Obispos en Roma fue no más que un acierto total. Un texto controvertido, con mucho trabajo de fondo y mucha esperanza en prospectiva. Para mí, marcó el punto álgido del debate tan sumamente enriquecedor que pudimos vivir en todos y cada uno de los plenarios de la Asamblea. El clima de confianza que se creó y vivió que dio lugar a tantas y tan buenas opiniones, a partir de las cuales se trenzaron las dos líneas de acción, fue la clave del (me atrevería a denominar) éxito. En más de un lugar deberían tomar ejemplo de la manera de proceder a la hora de tomar decisiones.

En la oración de envío del último día, sólo una palabra venía a mi cabeza, y esa era: GRACIAS. Gracias por tantas cosas que ya expresé en su momento. Tras todo esto, son enormes las ganas que tengo de revertir esa gratitud de todas las maneras que me sea posible. El lema de la XIANAJ, “Ved la misión que se os confía”, suena a reto. Y a mí me encantan los retos.




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