viernes, 2 de noviembre de 2012

Dios te ama y te busca


"En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.” El segundo es éste: "Amarás a tu  prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos.» El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas." (Mc 12, 28b-34)
Por Redacción AJ. La pregunta del escriba no ha perdido vigencia a lo largo de los años, de los siglos. Muchas personas a lo largo de los años se han preguntado qué hay que hacer para salvarse. Jesús entiende la pregunta de fondo que se encierra en “¿qué mandamiento es el primero de todos?” En la época de Jesús, la religión judía estaba marcada por un elevado número de preceptos y mandamientos. En medio de tanto elemento “regulador” podía ser fácil perderse en cuestiones nimias y hacer de ellas el centro, olvidándose de que la ley, los mandamientos, los rituales, eran medios para lo realmente importante: la relación con Dios.
En la actualidad no podemos decir que estemos “regulados” por ese elevado número de mandamientos, al menos religiosos. Sin embargo, sí nos encontramos inmersos en una realidad en la que estamos “normados” por mandamientos de otro tipo. Manda el Mercado, la necesidad de seguridad, la presión de hacer cualquier cosa en el trabajo con tal de no perderlo, el banco con el que tengo la hipoteca, la comodidad de creer que la identidad es estática, la libertad a veces mal entendida, la individualidad disfrazada de autonomía…
También hoy, podemos preguntarnos “¿qué mandamiento es el más importante de todos?” : ¿Qué es para ti tu referencia a la hora de tomar decisiones?, ¿qué organiza tu mundo de valores?, ¿cuál es el eje en torno al cual decides tu vida?
Imagínate la escena siendo tú quien sale al encuentro de Jesús y pregúntale: Señor, ¿cuál es el principal mandamiento que debería cumplir?, ¿qué debería preocuparme de hacer en mi vida?
La historia de salvación de cada uno, de cada una, es una historia de relaciones. Dios te ama y te busca. El mandamiento de amarle con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser, no es una cuestión de obligación, de castigos y reprimendas si no se cumple… El mandamiento de amarle es como el mandamiento de “seguir respirando” si quieres vivir. Hay muchos sucedáneos, caminos con espejismos, falsos oasis. Solo conectando con el Dios que te habita, no recluyéndole a espacios, tiempos y áreas determinadas de tu vida, podrás disfrutar de la Vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario