Por María Romero, militante AJ. No se cual podría ser el comienzo más idóneo para estas
líneas porque me gustaría relatar mi experiencia como novata del grupo de Acit
Joven en Madrid y también en la XI Escuela de Pastoral con Jóvenes “Dios vive
en ti”, que ha tenido lugar este fin de semana (días 1y 2 de Diciembre), en el
centro universitario La Salle. Espero que os guste.
He entrado en el grupo de Acit Joven hace apenas una semana,
y ya me he sentido en los dos momentos que he podido compartir con ellos como
una más, como si llevase con ellos un camino recorrido muy largo, desde el
primer momento me he sentido muy acogida, y como contaba nuestra compañera
Pilar en los testimonios de esta Escuela de Pastoral, “éste es mi sitio”. Por
fin, después de andar sin un rumbo fijo haciéndome preguntas, he encontrado en este
estilo de vida, algunas de las respuestas que andaba buscando, y aquellas que
me faltan, sin duda alguna y con la ayuda de Dios, podré encontrarlas junto a
los miembros de este grupo. Por ello quiero dar gracias a Dios por ponerme en
este camino y a los miembros de todo Acit Joven, por tan cálida bienvenida.
Esta forma de vida cristiana, imitando el estilo de vida de
Pedro Poveda, ya lo conocía, puesto que toda mi formación académica ha sido en
el “Instituto Veritas”, pero hasta que Dios no me puso en camino, no he sabido
ver lo realmente importante, y es por ello que agradezco mucho a todas las
personas que no han perdido la fe, en que yo encontrara el buen camino.
Este fin de semana, he asistido también a la XI Escuela de
Pastoral con jóvenes por primera vez, y me he enamorado de esta experiencia, he
sentido tantas cosas y tan positivas que solo puedo recomendar la experiencia.
Lo que más me ha llamó la atención nada más llegar el sábado, fue la acogida,
la alegría con la que todas las personas que ya se conocían se reencontraban y yo
para mi propia sorpresa, me sentí igual. En el ambiente se respiraban las ganas
y la motivación con la que veníamos todos por aprender cosas nuevas y por
reforzar las ya conocidas.
Comenzó la jornada con la ponencia de Ignacio Dinnbier s.j. y
la pregunta que ha girado en torno a toda la escuela ¿Cómo suscitar en los
jóvenes experiencias de transcendencia que lleven a Dios? Y a pesar de ser una
pregunta que muchos de los presentes no sabíamos responder en ese momento, yo
me voy de la escuela con la certeza de tener las cosas más claras.
Los talleres que tuvimos por la tarde, también me han
resultado muy instructivos, y cada uno de ellos, diferentes maneras de hacer
llevar a Dios, a los jóvenes que andan en la búsqueda.
Y una de las partes que más me ha sorprendido de esta
Escuela, fue la oración- reflexión que tuvimos, al terminar los talleres, por
la forma en la que fueron organizados, con testimonios, textos bíblicos y
canciones del grupo Air Karem. Me sorprendieron mucho los testimonios de gente
como yo, y me ayudó a reafirmarme como creyente.
El domingo compartimos juntos, una ponencia llamada Sendas
de Vida, de la mano de José Luis Pérez Álvarez, quien nos iluminó con la
importancia del Evangelio. “La fe nace y vive en un permanente proceso de
enamoramiento”. Y para finalizar la jornada compartimos juntos una eucaristía.
Para mí ha sido un gran fin de semana, que espero poder a
vivir pronto, junto a todos los nuevos amigos.
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