Por Eloísa Montero. En ciertas áreas de las Matemáticas y de la Física se estudian los llamados sistemas complejos, fenómenos complicados a la hora de poder predecir una situación futura. El tiempo atmosférico es un ejemplo. Estos sistemas se caracterizan por ser muy sensibles a las llamadas “condiciones iniciales”, es decir, que una pequeña perturbación, un pequeño cambio, puede provocar una situación muy diferente en el futuro. Realizar experimentos en fenómenos complejos es difícil por esto, porque una ligera variación en la situación inicial puede dar lugar a resultados muy distintos, y en ciencias en importante poder replicar experimentos. Esto es lo que está detrás del llamado “efecto mariposa”, que suele explicarse con aquello de que si una mariposa mueve sus alas aquí, puede provocar un ciclón en el otro extremo del mundo…
Muchas veces vemos la magnitud de las estructuras, la complejidad de la sociedad, el poder de unos pocos, los intereses creados… y nos vemos tan pequeños, tan poca cosa, que fácilmente caemos en que no podemos hacer nada. Nos vemos como David ante Goliat. Y sin embargo, dicen algunos sociólogos que las sociedades actuales tienen mucho de sistema complejo y que un ligero cambio puede ser el desencadenante de un futuro muy distinto al que podemos imaginar con las condiciones presentes. Hay acontecimientos que, por las consecuencias que desencadenan, nos recuerdan que quizás mi pequeña acción de hoy, o la tuya, o la que nuestra acción provoque en otra persona, sea la que perturbe el sistema complejo en el que vivimos, generando un futuro distinto al que podemos imaginarnos si todo sigue así. Ha pasado antes…
Rosa Parks decidió un día que no iba a ceder su asiento a un blanco en un autobús de Estados Unidos. Ese gesto, ese aleteo, generó un cambio en la sociedad. Desde que empezaron las movilizaciones en Túnez a raíz de la inmolación de un chico informático vendedor de verduras, tengo esto en la cabeza. El joven tunecino estaba desesperado y, lamentablemente, su gesto fue proporcional a su desesperación. Seguramente no podía imaginarse la serie de acontecimientos que están desarrollándose en Túnez y Egipto desde que decidió que no podía más. Conste que digo un futuro diferente; no creo que nadie pueda aventurar que el futuro que les espera a los tunecinos y egipcios (y a todos los que somos parte de este sistema global) vaya a ser necesariamente mejor… la historia lo dirá. Lo que sí es cierto, es que una pequeña acción puede generar un gran cambio… Tengo la firme convicción de que todos estamos íntimamente conectados en este sistema complejo llamado planeta Tierra. ¿Hablaba de eso Jesús al referirse a la pequeña semilla de mostaza?
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