lunes, 28 de febrero de 2011

De dioses y hombres

Por Teresa Lozano. Estos días, he visto en la película de Xavier Beauvois “De dioses y hombres” uno de los mejores testimonios de que Dios está entre nosotros y no puedo menos de contároslo.

La historia es conocida, se basa, en un hecho real: En la noche del 26 de marzo de 1996, siete monjes cistercienses del monasterio de Tibhirine, en el Atlas argelino, fueron secuestrados por el Grupo Islámico Armado (GIA). El 31 de mayo, el ejército argelino halló las cabezas cortadas (nunca los cuerpos) de los siete monjes.

Estos hombres, dejaron su familia y su tierra para hacer del lema benedictino de la oración y el trabajo un testimonio de presencia y un servicio de fraternidad a sus vecinos musulmanes. En el sencillo monasterio del Atlas, en Tibhirine, hicieron realidad el ideal cristiano y monástico de la hospitalidad universal.

La historia está contada por un hombre que se considera agnóstico, pero también profundamente contemplativo (“puedo estar cinco horas sin moverme ante un bello paisaje”). En nombre de algunos es un "ateo místico". Si no habéis tenido ocasión de ver el film os lo recomiendo muy especialmente.
  • Me parece una película excelente. Aunque me faltan elementos para juzgar sobre la calidad artística de la fotografía, el montaje, la interpretación o la banda sonora, desde el principio al fin una se siente inmersa inevitablemente en un mundo de extraordinaria belleza y bondad, porque a través del silencio, del canto gregoriano, del ambiente de sencillez en que discurre la vida de estos monjes, el realizador alcanza unos límites hondos de interioridad y emoción.
  • Es también una película para reflexionar y aclarar conceptos, porque consigue transmitir un mensaje conciliador y a la vez nos lleva a profundizar sobre cosas de este mundo que nos toca vivir. “Somos orantes en medio de un pueblo de orante”, solía decir Christian, el prior del monasterio. Pero en ningún caso pretende el Director, entiendo yo, elaborar una película moral y oportunista sobre un hecho que sigue estando de actualidad.
En el momento en que son sacados del convento los monjes, uno de ellos, dice: “Es una pena que por gente como esta se tenga que juzgar a un pueblo entero”. Una expresión muy interesante que confirma el mensaje de conciliación. La película no acusa a unos exculpando a otros, no divide el mundo entre buenos y malos, no llama al odio, el castigo, la venganza. No enmascara el fanatismo, la violencia, o la crueldad. No toma partido por ninguna hipótesis sobre la autoría del asesinato, porque eso no es fundamental para el mensaje que quiere transmitir La película, nos conduce más allá, al Misterio, a creer en la bondad y en la belleza, porque en la noche también hay luz.
  • Lo que es evidente es que SE NOS HACE PRESENTE DIOS como algo tan real e insustituible que para un cristiano no caben otras lecturas en el relato de Xavier Beauvois. Contemplando las imágenes, sentimos la bondad de los monjes en la bondad de las gentes musulmanas. Hasta nos adentramos en la bondad herida que existe en las armas de los terroristas. Siempre puede haber una mirada, un bálsamo, una palabra de bondad cuando no queden medicinas para curar, aunque el corazón esté lleno de dudas y heridas. En el miedo y el horror es posible la paz del corazón. Es el amor del que Pablo nos habla: “todo lo cree, todo lo espera lo acepta todo, lo perdona todo” y hasta cura también al terrorista.
En un momento determinado, cuando la vida de los monjes corre peligro, no se nos oculta la duda, el miedo y la herida, pero Dios está ahí: deciden quedarse con sus hermanos musulmanes, en un acto de fe y esperanza en la humanidad - Sacramento del Misterio de Dios Encarnado en el corazón de la vida - Serán esa débil rama que sostiene al pobre pajarillo en desamparo.

Ese Dios, que los monjes nos presentan en la sencillez de la vida que discurre en TIBHIRINE es desde mi punto de vista, al Dios que se refiere decía Benedicto XVI en su viaje a Munich: "Éste es el Dios que necesitamos. No faltamos al respeto a las demás religiones y culturas si confesamos en voz alta y sin medios términos a aquel Dios que opuso su sufrimiento a la violencia, que ante el mal y su poder eleva su misericordia como límite y superación”.

En este mismo sentido se expresa José Arregui comentando la película: “Esta es la humanidad verdadera, más allá de la dominación, la vanidad y la codicia. Esta es la religión verdadera más allá de la verdad, de la ley y del miedo. Oh sí, Dios es Eso, es Ahí, ese Fondo o ese Rostro de ternura en que todos podemos descansar. Dios es ese silencio que estalla en palabras y melodías. Dios es esa penumbra en que todo se ilumina. Dios es esa conversación tan natural entre el anciano y entrañable monje médico y la sencilla muchacha musulmana que le habla de sus amores, sentados ambos contra el muro del monasterio al sol de la tarde. Dios es esa naturalidad, esa franqueza, esa humildad. Dios es esa Humanidad”.
  • A este encuentro con el Dios encarnado, nos lleva la película, desde unas perspectivas tan sensiblemente humanas que no es posible sustraerse en modo alguno, a la Transcendencia:

- Si el terrorismo convierte en miedo lo que toca, en la decisión de permanecer con los hermanos musulmanes, la fe y el heroísmo juegan en el mismo terreno. La expresión de los rostros en el film, pone en escena los sentimientos de esos hombres de Dios que al vencer el miedo, descubren que su fortaleza crece cada día.

- Ante el futuro amenazador que se avecina, precisamente es la voz de una mujer quien los interpela en lo más hondo: «Nosotros somos los pájaros y vosotros sois la rama. Si os vais, ¿dónde nos apoyaremos?» y optan por quedarse.

- Una y otra vez la duda: ¿huir o aceptar el destino que Dios ha escogido para ellos? La oración de iluminación y el diálogo se impone. La fraternidad les sostiene firmes, unidos en sus convicciones, pese a que estas les deparen un final trágico. Es inolvidable el fuerte dramatismo de la escena de la votación final.

- Y como consecuencia la comunión y la entrega final: Es evidente la alusión “cristiana” en la imagen de la última cena de Jesús con sus discípulos, con una profusión de primeros planos cortos, de modo elocuente y hondamente conmovedor. Todos han decidido quedarse y darse. En realidad, la vida la habían entregado ya al aceptar su vocación y la fidelidad a la llamada del Señor no admite revisiones.

- Es, en este momento final, donde se juega la verdad y la coherencia de toda su vida y donde se hace más evidente el testimonio. Su vida es un servicio de amor hasta el final como el de Jesús, y el testimonio se verifica de manera especial en el martirio. Son las dos caras de una misma realidad. "El martirio puede parecer una locura, como puede parecerlo hacerse monje... pero tú ya habías entregado tu vida a Jesús", le dice el prior a uno de los que dudan.

- Este final nos conmueve a la vez que nos llena de misterio. Se cumple así lo de: “Si el grano de trigo no muere…” Es así como Dios ha querido tomar posesión de la historia, hundiéndose en ella como semilla. Muriéndose (como la vida de estos monjes), para después resucitar.
  • Un apunte final al relato que hace Xavier Beauvois en “De Dioses y hombres”: Entiendo que el Director ha encontrado el tono preciso para presentarnos el drama y su profundo mensaje. Lo valoro más especialmente cuando al final del film vemos a los monjes, ya secuestrados, ascender por la montaña como mártires que están entrando en la gloria. Un proceso en coherencia con lo que a mí me ha trasmitido la película desde el principio hasta el final: Austeridad y belleza en la forma y en el fondo.
En definitiva esta historia real, así contada, me sugiere una palabra, para mí hoy plenamente actual, de Pedro Poveda: “Es cosa admirable la proporción que existe entre el valor del espíritu y la aparente sencillez y hasta vulgaridad.” Muchas veces he pensado que esto hoy es decisivo “para que el mundo crea” y puede tener que ver con un modo de ser y ofrecer en testimonio sencillo. la transcendencia de una vida entregada al Reino.

domingo, 27 de febrero de 2011

Poner a Dios en el corazón

"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando que vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?

¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.

Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos." (Mt 6, 24-34)
Por Redacción AJ. Dicen los expertos en biblia que cuando se medita un texto conviene ver dónde está situado, qué texto lo precede y qué texto lo sigue. Os animamos a coger una biblia y leer desde el capítulo 5 hasta el final del 7 (nuestro texto es del capítulo 6).

Si nos fijamos el texto está incluido en toda una serie de "consejos" que responden a una nueva forma de entender la ley (sin cambiar una letra del espíritu que la alienta). Comienza el capítulo 5 con las bienaventuranzas, expresando un nuevo modo de entender la vida. Acaba el capítulo 7 diciendo: "Cuando acabó Jesús estos discursos, la gente se quedó atónita de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus maestros de la ley".

En medio, en el capítulo 6 encontramos esta joya de escrito que encierra una profunda verdad: no se puede servir a Dios y al dinero a la vez. No son compatibles a la hora de gobernar nuestro corazón. Ni siquiera cuando algunos de esos poderosos intentan justificar la acumulación de riquezas para poder hacer donaciones a causas benéficas; donaciones que demasiado a menudo las vemos acompañadas de la correspondiente nota de prensa. En Mateo 6, 3 nos dicen: "Cuando tú hagas limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha" (y menos el vecino, podríamos añadir).

En física hay una ley que todos conocemos: la energía ni se crea ni se destruye, se transforma. En economía hay una ley parecida: siempre que uno gana es porque otro pierde. La acumulación de dinero conlleva una consecuencia inmediata, alguien en el planeta, irremediablemente, se está empobreciendo.(*)

Por otro lado, poner la confianza en el dinero (servir a este amo) resta la confianza en Dios. La confianza en el dinero nos centra en nuestro afán de seguridad (lógico en una situación de cubrir las necesidades básicas para vivir), permite que el miedo domine nuestras decisiones, impone el yo a la hora de leer la realidad y las posibilidades existentes (ampliado a la familia mientras no haya herencias de por medio) y olvida al hermano necesitado (bueno, quizás en su justa medida, sin pasarse, porque no sabemos qué traerá el futuro).

La invitación del evangelio de hoy reside en mirar la belleza de la naturaleza pensada y creada por Dios; la belleza de los lirios que ya querrían tener las modelos de la pasarela Cibeles, el quehacer despreocupado de las aves que ya quisiéramos todos los que no sabemos si cobraremos la pensión y a qué edad nos jubilaremos... Se nos invita a mirar más lejos de nosotros mismos, más lejos del afán de comer (que es necesario) o de trabajar y ganar dinero (que no se niega), sino a poner la mirada en el Reino, en que reine su justicia... en que comer no signifique despilfarrar sin importarnos el que pasa hambre; que trabajar y ganar un sueldo no signifique explotar a otros, u olvidarnos de la gran cantidad de personas que no tienen trabajo o son explotados... Que la situación de crisis nos mueva a pensar en el débil, en lugar de mirar con indiferencia lo que pasa "mientras no me toque"... Que el desarrollo de nuestra profesión la vivamos en clave de misión...

Preocuparse solo de comer y acumular riquezas corresponde a los paganos, a los que no han descubierto al Dios padre, Abbá, a los que están huérfanos y se sienten solos y abandonados a su propia suerte... Preocuparse por el reino de Dios amplía el corazón, encuentra siempre un prójimo al que ayudar, busca la justicia para todos...

(*) Escucho esta mañana Radio Nacional y comentan la ley de la entropía aquí mencionada. Parece ser que el mes pasado ha sido un mes malo en la venta de coches. Bueno en realidad no ha sido malo para todos los tipos de coches. Los utilitarios, monovolúmenes, compactos, etc. han bajado sus ventas alrededor del 30%. Sin embargo, la venta de berlinas de lujo (las de chófer con cristales tintados) han subido un 173%. Parece que el dinero de los que no pueden comprar un coche "normalito" ha ido a parar al bolsillo de los que se pueden comprar un coche de lujo.

lunes, 21 de febrero de 2011

Foro Juvenil: Culturas Juveniles, Contextos Desafíos y Transformaciones

Por Yanina Tavárez, desde Rep. Dominicana. Jóvenes de la Vega, Santiago, Santo Domingo y la Frontera Norte ( Partido y Dajabón), celebramos el 23 de enero de 2011, en el Municipio de Partido, Provincia Dajabón en República Dominicana, el Foro Juvenil: Contexto, Desafíos y Trasformaciones. Participamos 38 jóvenes de estos municipios donde la IT está presente.


Esta actividad se enmarca dentro del año Centenario de la Institución Teresiana y fue promovida por el Movimiento Juvenil Institución Teresiana (MIT JOVEN R.D).
Nos acompañaron también autoridades locales como la Vice alcaldesa del Municipio de Partido, quien prometió a los jóvenes llevar sus propuestas hasta la sala capitular, la Directora de la Regional de Educación Montecristi-Dajabón, maestras del Liceo Padre Quevedo de Partido y la Representante de la fiscalía , entre otros/as.

Fue una experiencia de mirar la realidad juvenil, acogerla y situarnos ante ella, para comprometernos como jóvenes con acciones efectivas de transformación social.
Destacamos algunas de las reflexiones que compartimos: “Nosotros/as los/as jóvenes nos caracterizamos por el amor al estudio y al trabajo, somos dinámicos, amigables, solidarios, alegres, mantenemos una actitud de superación, empeño en la transformación de nuestra comunidad, somos colaboradores y serviciales, y tenemos sentido de trascendencia. Como aspectos a mejorar señalamos superar los vicios y aprovechar el tiempo libre. Nos sentimos llamados a ser más solidario(a), respetuoso, tener identidad, ser motivadores y responsables.

Como jóvenes aceptamos el desafío de trabajar para “que otro mundo sea posible” y pedimos: ser tomados en cuenta como entes sociales, jóvenes con deseos de progresar. Nos sentimos invitados a controlar el deseo excesivo de estar siempre al último grito de la moda, a contrarrestar la violencia y la corrupción, a dar uso correcto a la tecnología, a ser originales, y a defender nuestra identidad juvenil. A fortalecer los valores familiares y a identificar cuáles son las limitaciones y posibilidades en nuestras vidas.

Pedimos a nuestras AUTORIDADES CIVILES que confíen en nosotros. Necesitamos de su acompañamiento y cercanía en las actividades que realizamos, acogida en los espacios laborales y reconocimiento del aporte de la juventud en la sociedad. Que nos apoyen con campañas que promuevan las culturas juveniles y la educación a favor de la juventud. Necesitamos centros de recreación juvenil. Que nos entiendan como agentes de cambio y nos tomen en cuenta.

Como jóvenes nos comprometemos a: organizar y convocar talleres y Foros para animar a otros jóvenes para que se integren a este Movimiento. Crear espacios de socialización y formación de líderes juveniles. Nos comprometemos a promover la cultura juvenil en los medios de comunicación.Para cerrar escuchamos las palabras motivadora de Biviana Brito (presidenta ACIT) en representación de Cauce de relación y coordinación nos compartía: “es esperanzador oírles y escucharles sus desafíos y propuestas. Ustedes tienen claros sus desafíos, lo que la realidad les está reclamando. Involucrarse en su transformación”. Como Institución Teresiana nos sentimos en la obligación de seguirle acompañando. La IT cuenta con su empoderamiento como jóvenes, porque los/as jóvenes tienen la energía, la fuerza. A ustedes jóvenes se les reserva el derecho de construir un mundo mejor. Necesitamos de su optimismo, de su constancia. “Jóvenes les trajo a la lucha”.

Jóvenes, sus planes son nuestros también.
¿Quiénes son los más valientes, intrépidos, arriesgados?
LOS JOVENES

¿Quiénes son los que tienen ideales?
LOS JOVENES

¿Preguntarán: ¿Qué podemos hacer?

"USTEDES PUEDEN TRANSFORMAR EL MUNDO, NI MÁS NI MENOS." (Pedro Poveda)

viernes, 18 de febrero de 2011

Amor gratuito y universal

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo, diente por diente’. Yo, en cambio os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte un pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas”.
“Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo’ y no aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”. Mt 5,38-48


Por Redacción AJ. Continuamos con el Sermón del Monte, El pasado domingo en el evangelio Jesús nos ofrecía cuatro ejemplos de la nueva interpretación de la ley antigua. Hoy tenemos delante otros ejemplos que se nos presentan a modo de antítesis. Esta manera de exponer Jesús: “Habéis oído que se dijo… Yo, en cambio, os digo” tienen una fuerza sorprendente y se construyen sobre el perdón y el amor a los enemigos. Jesús, que no pretende discutir la normativa jurídica, social ni ética de Israel, lanza una propuesta de carácter teologal ofreciendo un nuevo modelo de vida para el cristiano basado en el perdón. Nos invita a superar el narcisismo social y nos propone en coraje de la diversidad.

La Ley del Talión (vv.38-42), no es la ley de la venganza como podemos pensar erróneamente. Está en la base del derecho y pretende controlar la violencia desmedida limitando el exceso de venganza. Jesús con todo, lleva su discurso hacia un modelo de amor total que ha de sostener la vida personal y social del cristiano y de la Iglesia. Nos invita con audacia a la perfección del amor. Nos dice que no debemos vengarnos de ninguna manera. Hace una llamada a iniciar un cambio radical de valores: “si uno te abofetea …, preséntale la otra”, ante la ira incontrolada, serenidad; “al que quiera … quitarte …, dale también…”ante la injusticia, solidaridad; “a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos”, frente a la ley del más fuerte, la ley de la fraternidad.

Y la gran propuesta cristiana, el amor a los enemigos: “Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen” El amor a los enemigos fluye de la paternidad universal de Dios, y en nosotros se ha de concretar en la vida cotidiana y en las actitudes personales. El amor según Jesús no puede quedar reducido a un nivel de reciprocidad, “si amáis a los que os aman”, ni a los sentimientos, ni a los afectos. Es amor gratuito y universal. Nos pone en la dirección de la perfección de Dios a la que somos llamados por el bautismo.

Dada esta realidad de deseos de venganza y odios entre hermanos donde parece que impere la “ley de la selva” –y a lo mejor la expresión también es errónea- las palabras de Jesús cobran una fuerza especial. Su propuesta debemos hacerla nuestra porque si no ¿en qué nos diferenciamos de quienes no creen en Él? La letra tiene que acompasarse con la música de nuestra vida, con la música de mi vida. Y no se trata sólo de ser buena gente, de amar, ceder, rezar, perdonar. Es preciso conducirse por la “ley del Amor”. Necesitamos adentrarnos en la lógica del amor de Dios. Sí, hay que amar a los enemigos. Y me surge la pregunta: ¿cómo amo a quien no me ama? Y se ilumina otra pregunta previa: ¿cómo me ama Dios?, perdonándome sin condiciones, es lo que puedo responder. Seguramente "perdonar sin condiciones" es la puesta que se me abre hoy para adentrarme en el amor gratuito y universal. ¿Qué nombre tiene tu puerta?

lunes, 14 de febrero de 2011

El árbol de la crisis

Por Tusta Aguilar. Si las palabras son polisémicas, esta crisis precedida normalmente por el artículo definido que la precisa mucho más, tiene significados muy diferentes y por supuesto efectos distintos sobre personas y grupos.

Hay una clásica metodología de análisis de la realidad, llamada el árbol del problema, se trata de, mediante la analogía entre las tres partes de un árbol: raíz, tallo y hojas, describir un problema, una situación con la intención de expresar sus causas más profundas (la raíz), las causas más inmediatas que lo sostienen y sus frutos. Pretende, sobre todo, distinguir los efectos de sus causas. Y permitir actuar no solo sobre los efectos, sino también sobre las causas que lo producen.

Recomendamos un ejercicio para esta semana. Sé que no es fácil dedicar un rato “extra” en nuestras ajustadas agendas pero lo lanzo por si alguien se anima a hacerlo.

Dibujemos, nombremos, el árbol de la crisis:

La raíz: las causas, que no se ven pero que están, las han producido y las podemos nombrar.

El tallo: los mecanismos que la sostienen, erguida y derecha. Algunos auguran que por varios años.

Las hojas, el follaje: los efectos, eso que nos encontramos en nuestras calles y plazas, que han modificado costumbres y hábitos y, lo peor, que está haciendo mucho más difícil sobrevivir a tantas personas y familia, que han pasado de tener trabajo, con horario más que completo y ofertas (a veces obligadas) de horas extras, a no tenerlo. En el mejor de los casos, pasaron a tener derecho cobrar “el paro” hasta que, agotado el plazo, permanecen a la espera de encontrar un curso de formación por cuya asistencia parece que recibirán algo más de 300 euros al mes (sí, has leído bien, “algo más de 300 euros al mes”).

El ejercicio no se acaba aquí, lo más importante es nombrar los sujetos de cada uno de esos elementos:

¿Quiénes son los que se han enriquecido en los tiempos (no tan lejanos) de bonanza económica con los negocios “exprés” de compra/venta de viviendas y las ofertas de de hipotecas?

¿Quiénes los que han presionado, asustado, exigido rescates millonarios bajo amenazas?

¿Quienes siguen exigiendo más rescate para volver a poner en marcha la máquina de producción, consumo, destrucción con los mismos mecanismos perversos que han producido y mantenido la crisis?

¿Quiénes y cómo permiten (¿permitimos?) que esto siga pasando?

¿Quiénes han aportado, están aportando, el dinero para estos rescates y a qué “precio”?

Si hemos llegado hasta aquí, quizás ya lo sabíamos, nos daremos cuentas de las tremendas injusticias que todo este proceso supone.

Quienes se han enriquecido más reciben de nuevo (de los recortes de derechos y bienes de los demás) dinero para volver a lo mismo, mientras que quienes con sus trabajos, muchas veces desmesurados y su deseo de “una vida mejor” (por ejemplo tener una vivienda) se han quedado, en muchos casos, sin trabajo, sin la casa que creían haber comprado y sin dinero y, lo que es peor, sin sus derechos. Se les sigue recortando (ajustando) derechos y servicios para que el árbol se mantenga erguido.

Y para terminar recordémonos aquello de que todos los problemas humanos nos corresponden porque o los sufrimos, o porque los mantenemos, o por las dos cosas a la vez. ¿QUE HACEMOS ANTE ELLOS?

martes, 8 de febrero de 2011

5 motivos para creer en el Foro Social Mundial

Por Oscar Mateos.
1. El Foro Social Mundial (FSM) es un espacio consolidado. En sus 10 años de vida, el FSM ha logrado erigirse como un espacio de referencia en el que movimientos sociales de todo el mundo articulan denuncias hacia los efectos del sistema neoliberal (ecológicos, sociales, democráticos, etc.), comparten experiencias de sus estrategias y resistencias, y discuten sobre posibles alternativas al sistema. Detrás de la idea de que “Otro mundo es posible” existen propuestas políticas y económicas concretas, con carácter local y global, que plantean una lógica diferente a la actual, poniendo los derechos de las personas y los pueblos en el medio del debate. Es cierto, el FSM ha perdido relevancia y trascendencia mediática. También lo ha hecho su antagónico Foro Económico Mundial celebrado tradicionalmente en Davos (Suiza). La explicación puede ser doble: mientras que la lógica mediática ha condenado al FSM a un cierto ostracismo (si bien a principios de la década las reuniones en Porto Alegre podían ocupar numerosas páginas), también el FSM ha experimentado ciertas divisiones internas en cómo este espacio podía seguir concitando la atención tanto de movimientos sociales como de medios de comunicación y otros actores políticos y sociales. Pero la nave va, y prueba de ello son las miles de personas que viajarán a Dakar en estos días.

2. El FSM es un espacio heterogéneo y plural. Aunque para algunos este hecho podría haberle restado capacidad de articular propuestas unitarias, lo cierto es que la diversidad sobre todo le da una gran credibilidad. Los encuentros del FSM no plantean soluciones maniqueas ni panfletarias. La diversidad de movimientos sociales, sindicatos u ONG hacen que desde diferentes sensibilidades, con discrepancias y muchas veces con puntos de vista encontrados, vayan tejiéndose discursos que, eso sí, apuntan en una dirección contraria al del sistema neoliberal actual. Y ese es el gran potencial del Foro. Aunque la hoja de ruta pueda ser en ocasiones difícilmente consensuable, la agenda de partida es incuestionable: mayor equidad en un mundo cada vez más desigual (tanto en el norte como en el sur) y sostenibilidad, en un planeta que se dirige hacia el ecocidio.

3. El FSM y los diferentes foros regionales y locales que han tenido lugar en la última década han sido revulsivos. La histórica manifestación contra la guerra de febrero de 2003 se gestó precisamente en los foros sociales previos a esa fecha. Aquí, los diferentes movimientos sociales tuvieron la capacidad de articular la que para algunos ha sido la mayor protesta colectiva de la historia, 100 millones de personas que de manera simultánea dijeron “no a la guerra” y no una manera determinada de entender el mundo. Ese hito histórico es gracias al Foro social, y lejos de representar un simple galón en su historial, es la prueba de que la acción colectiva para construir un mundo más justo y sostenible es posible.

4. El FSM es una iniciativa esperanzadora. En medio de un clima en el que se ha aceptado hasta cierto punto un dogma que asegura que no hay otra manera de hacer las cosas (recorte de algunos derechos sociales, primacía de los mercados en detrimento de la capacidad de decisión de gobiernos supuestamente soberanos, etc.), el FSM quiere reivindicar que la historia dice todo lo contrario. Han sido los movimientos sociales al largo de la historia, su capacidad de reivindicar mejoras y lograr conquistas sociales, los que han hecho que otro mundo haya sido posible y siempre un poco mejor al anterior. Quien afirme que las medidas implantadas por los gobiernos europeos -que exponen a una involución social y democrática de nuestras sociedades- son la única de las respuestas posibles, no tiene en cuenta ni la historia ni la capacidad de los seres humanos a imaginar, soñar y articular alternativas. El FSM quiere reivindicar que no es “el fin de la historia” como muchos han pronosticado, sino un punto de inflexión en el que lo social puede prevalecer por encima de los intereses individuales y de la capacidad de decisión e influencia de unos pocos.

5. El FSM es necesario en el contexto de esta crisis histórica. En una coyuntura en la que numerosas personas están empeorando sus condiciones de vida (incremento del paro, aumento de la pobreza y la exclusión social, etc.), en que la desafección política crece y las soluciones populistas (muchas veces de carácter xenófobo) se erigen en peligrosa alternativa, en el que los gobiernos parecen ridículamente noqueados por unos mercados capaces de condicionar las políticas sociales y de vapulear las conquistas sociales de muchas sociedades o en el que las soluciones adoptadas favorecen a aquellos que tuvieron una enorme responsabilidad en el origen de esta crisis, Dakar, el Foro Social Mundial, es un espacio imprescindible para tomar aire, para coger impulso, para gritar bien alto y, sobre todo, para tejer redes, propuestas y estrategias del otro mundo que es posible, de ese que a veces de manera invisible ya existe (en las luchas de las organizaciones campesinas brasileñas o en las de los trabajadores de las fábricas de la India) y del otro que queremos que sea. Un mundo que desde Dakar queremos reivindicar con fuerza.

sábado, 5 de febrero de 2011

Sois la sal de la tierra

“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo»”.


De Redacción A.J. Ocurre algunas veces que los cristianos nos preguntamos cómo podemos ser sal de la tierra y luz del mundo, y no está mal que, de vez en cuando, nos hagamos esta pregunta que nos invita a mirar la realidad, a nuestra sociedad, a nuestros grupos, a nuestra iglesia; que nos invita a preguntarnos dónde hay falta de sabor o de luz.

Sin embargo, este domingo nos podemos fijar en que Jesús, en este evangelio, no dice “tenéis que ser sal de la tierra y luz del mundo”. Él se dirige a sus discípulos, y simplemente lo afirma: “Vosotros sois la sal de la tierra (…) Vosotros sois la luz del mundo”.
Con estas imágenes sencillas, tomadas de la vida cotidiana y fáciles de entender, Jesús dirige a sus discípulos unas palabras que son palabras de aliento y que encierran todo un programa.
Palabras de aliento porque la sal es algo aparentemente insignificante: para cumplir su misión, la sal tiene que mezclarse bien con la comida, hasta tal punto que no se puede decir dónde está, pero su presencia se nota, y su ausencia todavía más. También sabemos que la luz no se enciende para esconderla: la luz aporta claridad, permite ver donde no se veía, no tiene sentido tratar de esconder la luz.
También a nosotros, cristianos hoy, nos alientan estas palabras de Jesús. Puede que seamos pocos, que incluso nos sintamos insignificantes, sin embargo, mezclados, insertos en la realidad, experimentamos que vivir el evangelio da sabor y hondura, sentido y luz a la vida. Experimentamos también que no podemos –ni queremos- esconder lo que hemos recibido: la llamada a vivir al estilo de Jesús, un estilo que nos hace plenamente humanos: compasivos, alegres, fraternos, audaces…

Jesús advierte también que la sal puede volverse sosa, y entonces ya no sirve porque no cumple su misión. Y es que los cristianos podemos volvernos “sosos”, que es tanto como decir que podemos dejar de vivir en cristiano... entonces, tal vez seguiremos mezclados entre la gente, incluso puede que figuremos entre las filas de grupos cristianos, pero nuestra presencia no será significativa, no dará sabor, no aportará sentido.
Así pues, somos la sal y la luz cuando vivimos como seguidores de Jesús: mezclados entre la gente, creyendo en el sabor que aporta el evangelio.
Somos sal y luz cuando mezclados entre la gente, insertos en la realidad, no nos escondemos y dejamos transparentar la luz del evangelio que hemos recibido.

martes, 1 de febrero de 2011

Efecto Mariposa

Por Eloísa Montero. En ciertas áreas de las Matemáticas y de la Física se estudian los llamados sistemas complejos, fenómenos complicados a la hora de poder predecir una situación futura. El tiempo atmosférico es un ejemplo. Estos sistemas se caracterizan por ser muy sensibles a las llamadas “condiciones iniciales”, es decir, que una pequeña perturbación, un pequeño cambio, puede provocar una situación muy diferente en el futuro. Realizar experimentos en fenómenos complejos es difícil por esto, porque una ligera variación en la situación inicial puede dar lugar a resultados muy distintos, y en ciencias en importante poder replicar experimentos. Esto es lo que está detrás del llamado “efecto mariposa”, que suele explicarse con aquello de que si una mariposa mueve sus alas aquí, puede provocar un ciclón en el otro extremo del mundo…

Muchas veces vemos la magnitud de las estructuras, la complejidad de la sociedad, el poder de unos pocos, los intereses creados… y nos vemos tan pequeños, tan poca cosa, que fácilmente caemos en que no podemos hacer nada. Nos vemos como David ante Goliat. Y sin embargo, dicen algunos sociólogos que las sociedades actuales tienen mucho de sistema complejo y que un ligero cambio puede ser el desencadenante de un futuro muy distinto al que podemos imaginar con las condiciones presentes. Hay acontecimientos que, por las consecuencias que desencadenan, nos recuerdan que quizás mi pequeña acción de hoy, o la tuya, o la que nuestra acción provoque en otra persona, sea la que perturbe el sistema complejo en el que vivimos, generando un futuro distinto al que podemos imaginarnos si todo sigue así. Ha pasado antes…

Rosa Parks decidió un día que no iba a ceder su asiento a un blanco en un autobús de Estados Unidos. Ese gesto, ese aleteo, generó un cambio en la sociedad. Desde que empezaron las movilizaciones en Túnez a raíz de la inmolación de un chico informático vendedor de verduras, tengo esto en la cabeza. El joven tunecino estaba desesperado y, lamentablemente, su gesto fue proporcional a su desesperación. Seguramente no podía imaginarse la serie de acontecimientos que están desarrollándose en Túnez y Egipto desde que decidió que no podía más. Conste que digo un futuro diferente; no creo que nadie pueda aventurar que el futuro que les espera a los tunecinos y egipcios (y a todos los que somos parte de este sistema global) vaya a ser necesariamente mejor… la historia lo dirá. Lo que sí es cierto, es que una pequeña acción puede generar un gran cambio… Tengo la firme convicción de que todos estamos íntimamente conectados en este sistema complejo llamado planeta Tierra. ¿Hablaba de eso Jesús al referirse a la pequeña semilla de mostaza?