jueves, 28 de abril de 2016

“Gente pequeña haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo”



(Encuentro de Militantes y Profundización de Acit Joven, 22-24 de abril de 2016 en Santa María de Los Negrales, Madrid)
“Juntos andemos, Señor”. Con esta premisa me dispuse a asistir al Encuentro de Militantes y jóvenes de la etapa de Profundización de Acit Joven este mismo fin de semana, del 22 al 24 de abril con el lema “Gente pequeña haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo”. Un encuentro que deseaba fervientemente, pues es siempre una inyección de Vida nueva. En la maleta, como siempre, una sincera ilusión, una profunda alegría y una renovada esperanza ¿por qué? Porque, como dice la canción, “en el encuentro vivo y presiento el compromiso que pide Dios”. Si hago balance ahora, apenas horas después de volver a casa, me doy cuenta de cuántas cosas me llevo, realmente son muchas, y con tantas cosas, ¿cómo seguir viviendo igual? “Creer bien y enmudecer no es posible”, decía Poveda. Sencillamente mi ser en el mundo no es igual, ¡no puede serlo! Cuando se deja que aquel que “sabemos nos ama” nos susurre al oído y prenda nuestro ser, la mirada se transforma, pues se transforma el corazón en la presencia de Jesús. Mi experiencia hace que esto suceda con especial intensidad en lugares tan sagrados como la cripta en la que se encuentran Pedro Poveda y Josefa Segovia. El aire tiene una vibración especial y es que se respira la presencia del Padre bueno y misericordioso. Delante del Señor el alma se sana de cansancio y agobios, y brota un agua viva porque Él hace “todo nuevo”. Cada momento de oración que hemos compartido en estos días han sido un tesoro hallado en un campo. En estos momentos, Jesús se ha sentado junto a mí, mientras le arrancaba a la guitarra unos acordes de contemplación pacífica y me dejaba alumbrar por su Palabra. Los momentos de Encuentro son tiempo de amar y agradecer pues, de la manera en que Jesús nos dijo en el Evangelio del domingo, hemos de amarnos los unos a los otros con un amor que vaya más allá de toda graduación, es decir, un amor total y entregado sin medida. Es por esto que lo que en mí nace es dar las gracias, pues cuando en el corazón Cristo brota de una manera tan genuina como en mí lo he sentido en este Encuentro, no cabe más que dar gracias y testimonio de ello. Gracias, Consuelo, por tus palabras, por transmitirme, y me aventuro a decir transmitirnos a todos los que allí estábamos, la vida ejemplar de nuestra querida Victoria Díez, ¡menudo camino a seguir! Cuando leía sus palabras, en mi interior resonaba una profunda admiración por esta mujer que, siendo tan joven, “pasó haciendo el bien” de esta manera tan confiada. En sus textos pude ver que la forma en que Dios se nos manifiesta es muy variopinta y que, desde luego, sucede cuando Él sabe que para nosotros, para mí, es mejor. Ojalá podamos “confiar mucho en Dios” como hizo ella, Victoria, hasta el final. Gracias, muchas, muchas gracias, a vosotros, compañeros, y más que eso, amigos y hermanos míos. Gracias de todo corazón. Gracias por mostraros en vuestro más puro ser, por conseguir entre todos confrontar nuestra vida con la Vida de Aquel que nos conforta, Cristo, y con la Vida de aquel por quien estamos reunidos en la preciosa misión que es esta Obra nuestra, Pedro Poveda. Cuán necesario es, a mi parecer, hacer lectura creyente de la realidad con personas que sabemos desean nuestro bien. Gracias, amigos. Sois testimonio vivo de una fe joven, fuerte y alegre, ¡cuánto podemos hacer juntos! “Conquistar el mundo, ni más, ni menos”. Estos días, breves pero de una intensidad desmedida, han sido para mí un Pentecostés personal. Sí, un Pentecostés. Ha sido momento de reencuentro con aquellas personas que para mí son un referente en mi vida diaria, por un lado amistades verdaderas que trascienden los kilómetros (de esas que el corazón necesita) y por otro lado, aquellas vidas que son testimonio vivo de vida en Cristo. Por esto he sentido el fuego del Espíritu dentro, un fuego que envía a ser la sal que dé sabor a lo desabrido y la luz que alumbre lo que está en tiniebla, un fuego que calienta el corazón y da fuerzas nuevas. “Juntos andemos, Señor”. Con esta premisa me voy del Encuentro. Con esta premisa inicio una nueva semana, no de rutina, sino de trabajo alegre por el Reino. “¡Ánimo, compañeros, que la Vida puede más!”.


Alberto Sarabia Ruiz

domingo, 24 de abril de 2016

Jóvenes AJ se encuentran en Córdoba

…Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No».
                Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor».
Desde el Movimiento de jóvenes de la Institución Teresiana (Acit Joven) en Andalucía, queremos comunicaros que el fin de semana del 9-10 de abril, hemos tenido en el colegio de Córdoba, un encuentro de alumnos/as de 5º y 6º de Primaria de los centros de la Institución en Jaén, Málaga, Sevilla y Córdoba.
Esta iniciativa surge del deseo de ofrecer a los cursos posteriores a la Primera Comunión espacios y experiencias que permitan a los chicos y chicas seguir creciendo en valores humanos y cristianos en el clima familiar, alegre y cercano que Pedro Poveda quería para niños y jóvenes. Este ambiente ya comienzan a vivirlo en “pre-Acit” y este encuentro ha sido un impulso hacia su vinculación al Movimiento.
El encuentro empezó con una actividad para conocerse e intercambiar. Las demás dinámicas fueron en torno al lema: "COLOREA EL MUNDO CON TU ALEGRÍA", todas ellas para profundizar en valores como la amistad, la alegría, la cooperación, la valentía y la confianza, en un tono festivo y lúdico.
A esta experiencia se han unido casi 30 animadores jóvenes de bachillerato y universidad de estas ciudades para colaborar, ayudar y tener su formación y así prepararse para ser ellos futuros animadores. Durante el sábado y hasta el domingo por la mañana estuvieron, junto con las animadoras adultas que los acompañaban, llevando las dinámicas del encuentro que cada ciudad había preparado.
El domingo por la mañana tuvieron su encuentro de formación. Les acompañaron las palabras del profeta Isaías: “Eres preciosa/o a mis ojos y yo te amo”. Lo primero fue encontrarse consigo mismos desde el fondo, a través de una oración de interiorización, donde contemplaron todo lo bueno que el Señor nos regala y que está en nuestro interior.
En un segundo momento, hicieron memoria compartida del día anterior donde reconocieron los logros y las dificultades del encuentro con los niños/as. Con los logros se alegraron y de las dificultades aprendieron buscando entre todos/as la mejor forma de afrontarlo en próximas ocasiones. Los animadores jóvenes estaban felices de estar juntos y de dar gratis, lo que gratis habían recibido.
De este modo se han querido cubrir dos objetivos:
  • Para los chicos y chicas de primaria: propiciar, en onda con el tiempo pascual, un espacio alegre de encuentro con Jesús y con los otros.
  • Para los jóvenes de bachillerato y universidad: ofrecer espacios formativos específicos para animación de otros jóvenes del movimiento y dar continuidad a la experiencia que tuvimos en noviembre pasado en Málaga, de donde precisamente surgió la idea de un encuentro en el que se combinara la teoría y la práctica, al estilo de la Escuela de Animadores de Acit Joven que tenemos en verano.
Este encuentro no habría sido posible sin la colaboración de muchas personas jóvenes y adultas de cada ciudad que se han implicado en su preparación así como del colegio de Córdoba que generosamente ha abierto sus puertas como muestra del apoyo que se da al movimiento en el propio centro.
Para quienes hemos participado en la organización de este encuentro ha sido una nueva oportunidad para creer que siempre merece la pena volver a “echar las redes” porque “es el Señor” quien hace la pesca fecunda.
Acit joven - Andalucía






jueves, 14 de abril de 2016

Volver a vivir la Pascua en casa, en Los negrales... Testimonio de una joven AJ

¿Cómo explicar en pocas palabras todo lo vivido en tan solo 3 días? Después de 8 años sentí la necesidad de volver a vivir una Pascua en casa, en Los Negrales. Quizá me motivó la necesidad de salir de mi realidad (pasarme día tras día cada semana estudiando las oposiciones), para entrar en mí misma. ¡Y vaya si lo he hecho! Pero no solo eso, sino que he conseguido entrar en contacto con el Señor, el cual, tras un análisis de lo vivido, me he dado cuenta que ha estado en contacto conmigo en cada persona que en estos días me ha escuchado, me ha sonreído, me ha dado un abrazo cuando intuía que lo necesitaba, me ha dicho: “Estoy aquí” o, simplemente, me ha acompañado. Hacía tanto tiempo que no sentía ese contacto, esa relación, que últimamente me había dado por pensar que quizá me había abandonado; pero no, estoy tan centrada en lo mío, que ni siquiera quiero sacar tiempo para darme cuenta de que está, siempre está ahí; otra cosa es que quiera y me pare a verlo.
Seguramente por eso, una de las celebraciones que más me han marcado ha sido el momento que cruzamos la puerta de la Misericordia. De hecho, al cruzarla sentí una voz diciéndome: “Anda, empieza el camino, y no peques más”, y tuve la sensación de quedar liberada de todo lo que pesa, de todos los pecados. Fue un gran alivio.
Solo puedo dar las GRACIAS al equipo que ha hecho esto posible; a Rafa, nuestro sacerdote, por ser tan cercano y decir las palabras justas en el momento adecuado; a cada una de las personas que han hecho que esta Pascua sea tan especial; y, cómo no, a los jóvenes, mi segunda familia que, una vez más, me han hecho sentir que, entre nosotros, Él también está.
Mar Dabán Aguayo

Málaga, 28 de Marzo de 2016