miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ser militante en Acit Joven


Por Redacción AJ. Gracias a todos lo que habéis hecho posible un magnífico fin de semana, en el que hemos podido conocernos, mirar la realidad, conocer la Institución Teresiana, rezar y celebrar la fe... Esta experiencia ha sido fruto del esfuerzo de mucha gente: los participantes, los animadores y animadoras que han venido de lejos, la comisión nacional que ha trabajado codo con codo... y sobre todo, gracias a las muchas personas que a lo largo de estos más de 30 años han aportado lo mejor de sí mismas para hacer realidad este sueño de Poveda.

Algunos siguen "activamente" vinculados a la Institución Teresiana, otros han tomado caminos diferentes, pero todos y cada uno aportaron un algo especial que nadie podía aportar. A todos y todas estamos agradecidos.

En la mañana del domingo 31, los militantes presentes en el Encuentro Nacional tuvieron un espacio para compartir en torno a la pregunta "¿Qué es ser militante en Acit Joven para ti?". El espacio de diálogo y contraste fue bueno y se quedó corto. A continuación reproducimos algunas de las expresiones compartidas:
"Es saber responder a las preguntas que plantea Acit Joven cada día, actuar sin enaltecernos, sino con humildad. Es cuidar y hacer crecer este árbol que hemos recibido; regándolo, pero sin ahogarlo; podando sus ramas, pero sin dejar el tronco desnudo; protegiéndolo del frío, de la lluvia o del calor, pero sin impedir que crezca."
"Es parte de un proceso de crecimiento personal. Una forma de pertenecer a la Institución Teresiana de una forma activa, siendo joven y trabajando por y para los jóvenes. Es una manera de vivir; de tener espacios privilegiados de formación tanto en la fe como en lo personal. Es poder devolver con mi trabajo y compromiso todo lo que me ha dado el Movimiento."
"Es vivir mi fe con un estilo determinado, el que nace de sentirme parte de la gran familia que es la Institución Teresiana. Compartiendo el carisma propio de ésta, creando así mi identidad como joven creyente que soy. Es una opción de vida; no de pertenecer, sino de ser. Es compartir la vida con otros y otras jóvenes del Movimiento o no, que también están en búsqueda."
"Para mí significa comprometerme a vivir comunitariamente, con la Institución Teresiana, mi ser creyente, la búsqueda de un sentido profundo a la vida. Podría ser creyente sin pertenecer a ningún movimiento, pero tener la oportunidad de ser de Acit Joven me permite tener una comunidad de referencia, donde compartir experiencias y búsquedas. Significa estar acompañada en tu recorrido de crecimiento como persona y como creyente. Me llama a ofrecer mis dones y comprometerme a ofrecer lo que soy para ayudar a dar vida al Movimiento, y así no romper la cadena, "devolviendo" todo lo que me da el Movimiento."

"Para mí, ser militante de Acit Joven es sobre todo, como muchos otros militantes ya han señalado, nuestra manera de ser cristianos. Ser militante no es más que ser alguien que se siente parte de la Iglesia anunciada en el Evangelio, alguien que se identifica con Jesús y que reconoce su llamada a ser uno con el Espíritu. Ser militante es inseparable de ser cristiano y ser persona. Por tanto, ser militante es ser cristiano, y ser cristiano es, más que cualquier otra cosa, adoptar, como Jesús, una actitud confiada ante la Vida que cotidianamente se despliega en nosotros y ante el Amor que habita todo lo que es. Tengo la experiencia que ser militante y ser cristiano es sentirse en contacto con el flujo siempre renovado e inquebrantable del Espíritu, profundizar en él, abandonarme en él y estar y ser en él, desde una determinada identidad histórica y eclesial, la que nos propone Pedro Poveda, una de tantas ramificaciones de ese flujo que para germinar debe tomar la savia del tronco."
"Para mí es un modo de entender la vida. Es sentirme parte de una idea, que no es sólo mía o de un grupo cerrado, sino que forma parte de un proyecto mucho más amplio que es el proyecto de Jesús de construir una sociedad más humana y fraterna. Ser militante es una etapa más del camino, ni la última, ni la más importante. Es seguir creciendo personalmente, en la fe y en mi compromiso con Jesús de realizar su sueño desde mi cotidianeidad. Esto implica un modo de estar en el mundo que me distinga y que impregne a otros y otras. Creo que un militante es, ante todo, una persona abierta y en continuo cambio. Es alguien de fe (de una fe en búsqueda); es alguien que cuida sus relaciones y su mundo más cercano y más lejano. Que se siente parte del mundo y que reconoce que las pequeñas acciones de su día a día influyen y pueden ser transformadoras. Es alguien que siente, que ama, que sufre, que se alegra y se entristece, que se equivoca y que a veces duda y tiene miedos. Pero sobre todo es alguien comprometido, con la vida y la construcción del Reino y de una manera más inmediata, con el Movimiento. No es un compromiso impuesto ni cargante. Nace del sentimiento inmenso de gratuidad después de años creciendo en Acit Joven."
"Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios. De balde lo recibisteis, dadlo de balde." (Mt 10, 8)

1 comentario: