lunes, 15 de noviembre de 2010

El Sáhara occidental y los avestruces

Por Óscar Mateos. El Gobierno español se está comportando como un auténtico avestruz. Bravo, enhorabuena. Una vez más, la realpolitik, los intereses económicos, políticos y geoestratégicos pasan por encima, atropellan sin más, a los derechos fundamentales, esos que se supone que por el hecho de ser humanos, cuando nacemos, adquirimos.

Si empezaramos a relatar la injusticia que desde el año 1975 sufre la población saharauí, simplemente, no acabaríamos. Estos días las radios, los periódicos, las televisiones y sus reporteros más audaces, nos hablan de “horror”, de “terror”, de “horrorismo” o de “terrorismo”, con perdón de las palabras. Nos recuerdan los acuerdos vigentes desde el año 1991,
esos en los que, en teoría, la comunidad internacional se mojó para garantizar la celebración de un referéndum para que la población saharaui, como hicieron otros pueblos en su momento, pudieran decidir su futuro en el contexto de descolonización. Pero, ah, las cosas no son tan fáciles como parece, que nos diría un buen y sensato diplomático español. ¡Los intereses! Que si Marruecos es clave en la lucha contra el terrorismo, que si los necesitamos para parar la “avalancha de pateras”, que si los acuerdos pesqueros, que si esto y que si lo otro.

Yo supongo que cuando uno lleva 35 años comiendo polvo (por no decir otra cosa); cuando a uno le han prometido que, tranquilo, la cosa se arreglará tarde o temprano; cuando a uno le invitan a sent
arse en la sala de espera in aeternum a que venga el médico…pues al final se acaba cansando y desesperando… Aminatu Haidar lo intentó con una huelga de hambre. Sí, sus días de hambre no fueron simplemente una pataleta, o un capricho fruto de un ataque de protagonismo… Aminatu quería decir al mundo –y vaya que si lo logró- que su pueblo, su gente, la de todos los días, la que sufre en las esquinas, la que padece la represión marroquí…está harta! Que los niños y los adolescentes se han cansado de promesas que nunca llegan… que el Sáhara necesita una respuesta, que no una solución, de manera inmediata. Y digo que no una solución porque Naciones Unidas ya se mojó en su día, hace 19 años… pero todo ha quedado en eso, en papel mojado. Mientras, Marruecos sigue su juego de repoblar el Sáhara para el día que definitivamente quiera organizar el referéndum…

Luego nos quejaremos y abandareramos
mil lemas pacifistas para decir que la violencia no es la solución. No la es, ¿verdad? Pero la generación que está creciendo en los campos de refugiados, en condiciones aberrantes, con la única solución de la sala de espera y la paciencia… se está cansando…

¿Y España? Zapatero y su gobierno tienen poca credibilidad. Seguramente nos dirían que se encuentran entre la espa
da y la pared… pero es que ¡estamos hablando de vidas humanas! Ya sé que mandar a tomar viento a los mercados financieros o al mísmisimo Mohamed VI no darían buenos resultados económicos, pero seguramente sí que aportarían un poco más de credibilidad y de dignidad a la política para los tiempos que corren…el difícil oficio del poder y la cruda realidad.

Seguiremos atentos a lo que suceda en el Sáhara y aportando nuestro grano de arena, aunque sea el de escribir desde la
impotencia y el cabreo profundo.


1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo contigo, compañero. Me alegra leerte y ver que contribuyes a la creación de concienciación. Es difícil hoy hacerse escuchar y hemos de utilizar los medios que nos proporcionan (como este blog) para provocar preguntas aquí en el norte.

    Un abrazo,

    Samu.

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