En principio todo igual: jóvenes cristianos que se encuentran para compartir su fe, que celebran la eucaristía, que tienen dinámicas, velada, que oran juntos…las diferencias: el encuentro fue en Alemania, allí se reunieron algo más de 100 jóvenes cristianos de Francia, Bélgica, Luxemburgo y Alemania que compartían en francés y alemán, y además, 5 personas de la pastoral de jóvenes de León, entre ellas yo representando a ACIT Joven.
El grupo Euregio está formado por jóvenes de 5 diócesis que se unen cada cierto tiempo para prepararse para ir juntos a las Jornadas Mundiales de la Juventud, jóvenes que este verano vendrán a Madrid y que pasarán los Días de Estancias en las Diócesis (DED) en León. Y allí que fuimos un grupo de 5 personas de la Pastoral Juvenil de León a presentarles la ciudad y cómo nos estamos preparando para acogerles, trabajando juntos codo con codo diversas realidades de pastoral juvenil: las parroquis, el Movimiento Juvenil de Acción Católica, la Juventud Vedruna, jóvenes Maristas, y como no, Acit Joven.
Un viaje que ha tenido un poco de aventura y un mucho de regalo, el regalo de vivir que es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia, porque nos pueden diferenciar los idiomas, los colores, las nacionalidades… pero lo que nos une es Jesús. En el último trayecto del viaje volvíamos en coche de Barajas a León oyendo una canción basada en un poema de Casaldáliga, cantábamos:
Mis manos, esas manos y Tus manos
hacemos este gesto, compartida
la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.
Unidos en el pan los muchos granos,
iremos aprendiendo a ser la unida
ciudad de Dios, ciudad de los hermanos.
Os aseguro que se canta con más fuerza cuando uno acaba de vivir esta comunión.
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