AMERRIKA (Cherien Dabis, 2009). Por Raquel Pérez.
1. Dirigida por una mujer, norteamericana de origen palestino, debuta en esta película como guionista y directora de largometraje.
2. La lucha de los inmigrantes cuando llegan a una nueva tierra es lo que llevó a Cherien a escribir Amerrika: la nostalgia del “hogar” al tiempo que se esfuerzan por encajar y encontrar un sitio de pertenencia en su nuevo país.
3. La historia, mezcla de drama y comedia, se basa en que el humor está directamente relacionado con la humanidad y la vulnerabilidad de los personajes.
4. Interesante el uso que hace de los colores a lo largo de la película, expresando el carácter de los distintos contextos donde se desarrolla la vida de Muna, la protagonista: de la familiaridad y calidez de los rojos, verdes y marrones que predominan en su casa de Cisjordania, a los colores chillones, blancos apagados y la luz natural y fría del lúgubre centro-norteamericano, que ilumina la dura realidad que vive.
5. El personaje de Muna, con su mezcla de melancolía y de esperanza, el de su hijo Fadi, con su enfado contenido ante la dificultad de la situación, el joven norteamericano compañero de trabajo en el restaurante, con su interés por conocer la cultura de Muna ... ofrecen al espectador una oportunidad única para derrumbar prejuicios y estereotipos.
1. Dirigida por una mujer, norteamericana de origen palestino, debuta en esta película como guionista y directora de largometraje.
2. La lucha de los inmigrantes cuando llegan a una nueva tierra es lo que llevó a Cherien a escribir Amerrika: la nostalgia del “hogar” al tiempo que se esfuerzan por encajar y encontrar un sitio de pertenencia en su nuevo país.
3. La historia, mezcla de drama y comedia, se basa en que el humor está directamente relacionado con la humanidad y la vulnerabilidad de los personajes.
4. Interesante el uso que hace de los colores a lo largo de la película, expresando el carácter de los distintos contextos donde se desarrolla la vida de Muna, la protagonista: de la familiaridad y calidez de los rojos, verdes y marrones que predominan en su casa de Cisjordania, a los colores chillones, blancos apagados y la luz natural y fría del lúgubre centro-norteamericano, que ilumina la dura realidad que vive.
5. El personaje de Muna, con su mezcla de melancolía y de esperanza, el de su hijo Fadi, con su enfado contenido ante la dificultad de la situación, el joven norteamericano compañero de trabajo en el restaurante, con su interés por conocer la cultura de Muna ... ofrecen al espectador una oportunidad única para derrumbar prejuicios y estereotipos.
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