
Por José Luis Palacios para Alandar. Si no fuera por el futbolista Raúl y los músicos Camela y los Pecos, que forman el retablo de personajes ilustres, solo se hablaría de San Cristóbal en los grandes medios de comunicación para forzar las comparaciones con aquellos barrios de París o de otras ciudades de países industrializados en los que la desidia de las administraciones y la voracidad del sistema económico los convierte en un polvorín.
Hay datos y acontecimientos aislados para alimentar los tópicos, pero los mismos valdrían para hablar de la inoperancia de las políticas públicas y la falta de sensibilidad de la iniciativa privada. Con 14.000 habitantes, "Sancris" acumula una tasa de paro del 30%, por encima del promedio de la media estatal; un 20% de viviendas desahuciadas, cruelmente compatible con un hacinamiento generalizado (hay 3’9 personas por cada 60 metros cuadrados de vivienda) y un 39’8% de población inmigrante, que es vista por una parte del vecindario como una amenaza (por ser pobres y tener que disputarles las migajas que les ofrecen el mercado y las administraciones). De ahí que Ángela Palomera, miembro de la asociación Educación, Cultura y Solidaridad, destaque que esta diversidad "también puede percibirse cómo una riqueza, si somos capaces de no tener una mirada precipitada sobre los otros y nos reconocemos en lo que somos: seres humanos".

Esta voluntaria subraya que "no es posible dejar de reconocer que la población y los agentes sociales estamos dando lo mejor de nosotros mismos”. "Los propios vecinos asumen tareas de integración, bajan comida a aquellos que se encuentran en situación más precaria", añade. Una parte de la comunidad ve que no alcanza a cubrir por sí misma las necesidades más primarias. Todo ello, afecta al ambiente del barrio. La presidenta de Educación, Cultura y Solidaridad, Carmen Yanes, confirma que todo ello "influye en lo personal y lo psicológico. A los niños se les nota que llevan un "peso encima" y que están tristes, no paran de oír a los mayores hablar de las estrecheces y dificultades".
La asociación Educación, Cultura y Solidaridad lleva 22 años bregando con los problemas del barrio. Fue creada por personas vinculadas a la educación y al activismo social que creían en la promoción integral de las personas como respuesta a las graves carencias que ya entonces detectaban. La entidad cuenta, desde el año pasado, con un convenio que permite la obtención del certificado de la ESO a jóvenes de entre 18 y 30 años. De la primera promoción, trece chicos y chicas lo obtuvieron. Este curso se matricularon 75. También hay en marcha talleres pre-laborales relacionados con la informática y el cuidado de personas mayores y de las que sufren discapacidad, que en algunos casos incluyen prácticas en empresas. Desde el local que Renfe les alquila a precio social atienden a 300 personas a la semana, con la ayuda de un equipo de ocho profesionales, casi todos contratados a tiempo parcial, casi 80 voluntarios -la mayoría jubilados- y un presupuesto de 240.000 euros, sufragado en gran parte por las administraciones. Las crecientes donaciones de empresas y particulares van a más pero no alcanzan a cubrir las reducciones del dinero público de estos últimos años.

La omnipresente crisis demanda reforzar, al menos, dos aspectos, según su presidenta: "el fomento del empleo, ya sea mediante programas de acompañamiento a jóvenes que quieran hacerse autónomos y necesiten un tiempo hasta llegar a ser autosuficientes o cursos prácticos enfocados a sectores con demanda", pero también "el reforzamiento del aspecto comunitario para apoyar la convivencia de las distintas culturas y fomentar la participación social". De las paredes del local, entre fotos de los grupos, cuadrantes con los horarios y aulas de cada actividad, cuelgan carteles con convocatorias del 15-M, la plataforma anti-desahucios o la marcha de los barrios. Los habitantes de San Cristóbal no están solos ante la adversidad.
Educación, Cultura y Solidaridad, entre otras asociaciones del barrio, está dispuesta a dar la batalla contra los peores efectos de esta crisis. Así lo conjuga Palomera: "Entendemos, con Max Neef, que a grandes problemas, muchas soluciones, pequeñas, coordinadas y coherentes”.www.eculturas.org

siempre es grato oír este tipo de noticias positivas, ante tanta desgracia y pesimismo tenemos que tener en cuenta que juntos, podemos!!
ResponderEliminarpasaros por nuestro blog y conoce nuestro proyecto, somos dos chicas de Málaga (que hasta hace poco formábamos parte activa de acit joven) y queremos con nuestra iniciativa ayudar un poquito a seguir cambiando el mundo
seréis mas que bienvenidos
un saludo!