Por Oscar Mateos. La guerra que tiene lugar en la región africana de los Grandes Lagos, especialmente en el este de la República Democrática del Congo, ha sido tildada como “la Primera Guerra Mundial Africana”. Esto se debe a que un gran número de países de la región, occidentales y empresas participan de una manera u otra en este conflicto. Hasta día de hoy, y según organizaciones como el International Rescue Comittee, casi cuatro millones de personas podrían haber muerto como consecuencia directa o indirecta de la guerra. Un auténtico drama en el que los medios de comunicación y, especialmente, la comunidad internacional están pasando de puntillas.
Uno de los elementos más trascendentes en este conflicto es el que tiene que ver con el coltan, una mezcla de minerales imprescindible para fabricar teléfonos móviles, pantallas de plasma, cámaras digitales, etc. El 80% de sus reservas se encuentra en el este de la República Democrática del Congo. Así, el coltan se ha convertido en un elemento de conflicto importantísimo que ha agravado la situación de violencia y ha empeorado las condiciones de las poblaciones locales.
Muy a menudo, cuando se habla de África y de algunas de las complicadas situaciones que atraviesan algunos de sus países, entre la audiencia surge la pregunta: ¿Y yo qué puedo hacer para mejorar las condiciones de vida de situaciones tan lejanas? Bien, en el caso del Congo (como también podría serlo si entráramos a analizar otros contextos africanos) parece más que obvia.
El caso del coltan pone de manifiesto cómo un determinado modelo de consumo puede agravar las condiciones de vida de países como el Congo. Solo en España, actualmente existen 54 millones de líneas de teléfonos móviles para poco más de 46 millones de habitantes. Recientemente, la empresa Vodafone se ha comprometido “a renovar cada año los teléfonos de todos sus clientes”. Este tipo de planteamientos son totalmente insostenibles (social, económica, ecológica y éticamente) y perjudican gravemente la vida de millones de personas.
Alternativas, “haberlas, siempre haylas”: “Movilízate por la selva” es una campaña de reciclaje de móviles lanzada por el Instituto Jane Goodall España, con el apoyo de la primatóloga y conservacionista Jane Goodall, Premio Príncipe de Asturias 2003 y Mensajera de la Paz por Naciones Unidas. La campaña propone alargar la vida útil de nuestros móviles, y a la vez ofrece una forma de aportar móviles en desuso (en funcionamiento o no), lo cual permitiría:
La campaña propone una manera de enviar de forma gratuita los móviles en desuso y así contribuir a reducir el uso del coltan. Nuestro móviles y la guerra en los Grandes Lagos, por lo tanto, están más cerca de lo que parece. Pero siempre existen alternativas...
Uno de los elementos más trascendentes en este conflicto es el que tiene que ver con el coltan, una mezcla de minerales imprescindible para fabricar teléfonos móviles, pantallas de plasma, cámaras digitales, etc. El 80% de sus reservas se encuentra en el este de la República Democrática del Congo. Así, el coltan se ha convertido en un elemento de conflicto importantísimo que ha agravado la situación de violencia y ha empeorado las condiciones de las poblaciones locales.
Muy a menudo, cuando se habla de África y de algunas de las complicadas situaciones que atraviesan algunos de sus países, entre la audiencia surge la pregunta: ¿Y yo qué puedo hacer para mejorar las condiciones de vida de situaciones tan lejanas? Bien, en el caso del Congo (como también podría serlo si entráramos a analizar otros contextos africanos) parece más que obvia.
El caso del coltan pone de manifiesto cómo un determinado modelo de consumo puede agravar las condiciones de vida de países como el Congo. Solo en España, actualmente existen 54 millones de líneas de teléfonos móviles para poco más de 46 millones de habitantes. Recientemente, la empresa Vodafone se ha comprometido “a renovar cada año los teléfonos de todos sus clientes”. Este tipo de planteamientos son totalmente insostenibles (social, económica, ecológica y éticamente) y perjudican gravemente la vida de millones de personas.
Alternativas, “haberlas, siempre haylas”: “Movilízate por la selva” es una campaña de reciclaje de móviles lanzada por el Instituto Jane Goodall España, con el apoyo de la primatóloga y conservacionista Jane Goodall, Premio Príncipe de Asturias 2003 y Mensajera de la Paz por Naciones Unidas. La campaña propone alargar la vida útil de nuestros móviles, y a la vez ofrece una forma de aportar móviles en desuso (en funcionamiento o no), lo cual permitiría:
- Reutilizar terminales y reducir la insostenible demanda de sus componentes.
- Reciclar elementos útiles y disponer adecuadamente de materiales tóxicos, evitando la contaminación del medio.
- Recaudar fondos para proyectos de apoyo al desarrollo de ciudadanos congoleños.
La campaña propone una manera de enviar de forma gratuita los móviles en desuso y así contribuir a reducir el uso del coltan. Nuestro móviles y la guerra en los Grandes Lagos, por lo tanto, están más cerca de lo que parece. Pero siempre existen alternativas...
Entreculturas y Cruz Roja han creado una campaña en la que puedes solicitar ser "punto de recogida". Dan bolsas para poder enviar el móvil por Correos sin necesidad de sello. Más información en www.donatumovil.org
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