lunes, 19 de noviembre de 2012

I Congreso Nacional de Pastoral Juvenil . Valencia 2012

Por Javier Garrido, militante de AJ. El pasado puente de todos los Santos nos reunimos en Valencia unos dos mil jóvenes en el que fue el “I Congreso Nacional de Pastoral  Juvenil”, el famoso #cnpj2012 en Twitter. Aunque yo participé con la delegación de la familia salesiana, Elo [Coordinadora Nacional de AJ] y yo no tardamos más de medio día en ponernos en contacto para vivir juntos el Congreso como ACIT Joven. Así, intentaré contaros en estas líneas mi experiencia del Congreso, y cómo ACIT Joven se hizo presente en Valencia.

Todos seguimos teniendo aún muy reciente la última Asamblea vivida en Los Negrales, y yo iba con todo lo vivido hacia Valencia, con todas las cosas que se hablaron, las líneas de acción que surgieron, y todas las palabras que el Espíritu y Poveda nos dijeron aquel puente. Y grande fue mi sorpresa al ver que esas mismas palabras volvían a resonar en un congreso en el que estaban representados todas las diócesis, grupos, movimientos y congregaciones de nuestro país. Salieron las palabras compromiso, discernimiento, acompañamiento, oración, el sentimiento de Iglesia…

La verdad es que no sé muy bien cómo enfocar lo que os quiero contar, así que mejor, voy a pasar a contaros tres experiencias que viví en el congreso:

La primera fue la misma noche de llegar a Valencia, después del acto de apertura. Dicho acto tuvo lugar en la plaza de la Virgen y luego en la Catedral, donde el Arzobispo de Valencia, Mons. Osoro, nos dio a todos la bienvenida. Pues bien, después de todo el acto, tuvo lugar en la plaza un concierto de Cadena 100, donde participaron diversos grupos como Melocos, Conchita, y alguno que otro más. Mientras estaba con la gente con la que fui al congreso, unos jóvenes, que no participaban en el congreso, y apostaría a que iban a salir aquella noche, se nos acercaron a preguntarnos que qué era aquello, a qué se debía. Uno de los sacerdotes que iba con nosotros le contestó que era un congreso de Pastoral Juvenil. Como no entendieron de qué iba, preguntaron que qué era eso. Y el sacerdote (que iba sin cleriman) les contesto que era un congreso de la Iglesia Católica. Ojalá pudiera describir la cara de aquel chaval, la cara de asombro, e incluso de desconcierto.

A la mañana siguiente tuvimos la primera de las charlas, la de Mons. Osoro, titulada “Para ti la vida es Cristo. El primer anuncio”, donde nos habló de la nueva evangelización, y sobre todo, del primer anuncio. Y dijo una frase que me alegró mucho escuchar, y que quiero compartirla con vosotros, que venía a decir algo así: “Hay que cambiar el chip de que estamos en una sociedad cristianizada en lo que hay que hacer es dar catequesis para reforzar la fe. Vivimos en una sociedad en la que lo que necesita es cristianos formados, capaces de realizar ese primer anuncio”. Lleva toda la razón del mundo, y también dijo que el mejor y principal método de ese primer anuncio y de esa nueva evangelización somos nosotros, los jóvenes. Nosotros con nuestra vida y con nuestro testimonio es como mejor podemos anunciar a Cristo a aquellos que no lo conocen, o se han alejado de Él.

La última noche, al contrario que la primera, tuvimos una gran vigilia de oración en la Catedral, mientras otros estaban por las calles de Valencia en mitad de la noche hablando de Cristo. Sí, como lo leéis, un grupo de jóvenes hizo de Centinela saliendo a anunciar a Cristo por las calles, al primero que se cruzaran, sin saber nada de ellos. La sensación de estar orando ante el Santísimo, en una preciosa vigilia, mientras otros jóvenes estaban en la calle fue impresionante. Hacía tiempo que no vivía un momento tan fuerte de oración.

Pasado ya el congreso, y viendo las cosas que os narro, las que quizás más me marcaron, me doy cuenta de lo polifacética que es la vida que hemos elegido vivir. Lo mismo estamos una noche de fiesta, que a la mañana siguiente nos vamos a una charla, una ponencia, al grupo, y al día siguiente tenemos una vigilia, o vamos a nuestra parroquia a la misa de 12. Pero todos esos momentos, tienen un gran denominador común: CRISTO. Si tenemos a Cristo presente en TODOS los momentos de nuestra vida, entonces seremos capaces de evangelizar, de realizar ese primer anuncio a tantas personas que hoy en día lo necesitan.

Hermanos, sintámonos afortunados de haber descubierto a ese Padre y Amigo que es Dios, formémonos, dejémonos acompañar, averigüemos cuál es el camino que Él quiere en nuestra vida, oremos, hablemos con Él, pero sin nunca olvidar la misión de la Iglesia a la que pertenecemos: “Vosotros también seréis mis testigos. Id y anunciad el evangelio al mundo entero”.

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